top of page

La paz: Mas allá del silencio de los fusiles…


Indiscutiblemente la sociedad colombiana tiene la gran oportunidad en este momento histórico a través de los acuerdos de la habana con la guerrilla de las FARC dar un gran paso en el camino de edificar y fortalecer una paz duradera en los diferentes territorios que conforman el país. No es pequeña cosa silenciar los fusiles, sobre todo en un país como el colombiano donde según el informe presentado por el “Centro Nacional de Memoria Histórica entre 1958 y 2013 en el marco del conflicto armado han muerto por lo menos 220.000 personas, 25.000 desaparecidas y 4.744.046 desplazadas. (Diario el país. Recuperado de internet).


Estas cifras sin ninguna duda dejan la sensación de que la guerra acompañada de sus mayores combustibles que es la violencia y la desigualdad social han sido por mucho tiempo el pan de cada día de Colombia, del cual no solamente los adultos ha experimentado las consecuencias, si no también y en gran medida los niños, niñas, jóvenes y los ecosistemas de lo cual nuestro país tanto se enorgullece. Pero es importante comprender que el silencio de los fusiles es el primer paso para empezar a fortalecer escenarios de paz y justicia social que nos ayuden a generar relaciones más equitativas en los diferentes niveles de nuestra sociedad.


Para que esto sea posible es importante comprender que la paz no se puede vivenciar por fuera de la relación con el todo-social, que la paz se distingue por su carácter dinámico y no estático, se debe tener en cuenta cada contexto y a la vez retroalimentarse de él, comprendiendo las necesidades y posibilidades que existen en torno a la paz en cada lugar. Para eso es necesario partir de procesos sistemáticos, sobre todo en un mundo que todos los días exige resultados rápidos y muchas veces apresurados, la paciencia es una virtud fundamental que se debe trabajar, ir paso a paso reconociendo y aceptando los tiempos de cada lugar.


De allí la importancia de fortalecer redes que permitan el intercambio de experiencias y el fortalecimiento de las comunidades en su interior. Multiplicar las experiencias y aprender de los otros contextos debe ser una constante en este tipo de procesos de paz, replantearse estrategias y formas de hacer lo que se hace, permitirán que la rutina no los absorba en su caminar de paz. Construir redes de no-violencia-activa, que nos conduzcan a fortalecernos como seres activos en una sociedad que lo necesita, a ser partícipes de las decisiones que nos afectan, que nos permitamos de-construir ese sujeto pasivo que muchas veces se convierte en simple observador de la realidad, mientras el mundo se derrumba frente a sus ojos.

Que importante sería que los procesos de fortalecimiento de la paz en los territorios colombianos se fundamenten en la auto-organización, que los seres humanos que participen se construyan como sujetos autónomos y críticos frente a su realidad fluctuante y cambiante, que el ser humano participe de manera voluntaria y donde la construcción de conocimiento sobre nuestra visión de la paz se ha colectiva y circular, no desde la imposición si no desde el consenso. Donde se permita que las voces de los sujetos participantes sea escuchada y visibilizada, donde prime la conversación y yo me permita aprender del otro, donde las posibilidades se interconecten en lazos activos, generando y visibilizando nuevas verdades, nuevos mundos.


En otras palabras, la paz construida y fortalecida en los territorios, comunidades y en nuestra vida cotidiana e interior debería conducirnos a equilibrar ese homo sapiens (sabio, racional, constructor) y homo demens (caótico, desordenado, destructivo) que viven en nosotros(as), ese ying y yang, que esta interrelacionado en nuestra existencia, pero que muchas veces la energía demens quiere con su fuerza destructiva aplastar al sapiens, debemos aprovechar nuestra cualidad demens para destruir lo innecesario, lo violento, lo que hace daño y generar desde ese caos algo nuevo, armonioso, que nos conduzca a fortalecer relaciones basadas en el respeto y el reconocimiento de la diferencia. O como nos invita el Budismo, buscar un camino medio donde podamos transcender esa dualidad positiva y negativa, donde se produzca lo no soñado, lo no pensando, al final de cuentas donde se construyan nuevos valores.



Qué estén bien, felices y libres de sufrimiento,


Amituofo!

 interconexión 

 

Tu: mujer y hombre,

late mi corazón de angustia,

al observar como la violencia,

te absorbe, te abraza, te destruye.

Tu ciego y ciega

Sigues pensando, sintiendo, observando

Al mundo en partes.

Pobre de ti, pobre de mí.

Mira más allá de lo aparente,

Observa y veras con sorpresa,

Como la vida se interconecta

Frente a ti.

 

Rev. Zheng Gong Shakya

 sigueme 
  • Facebook B&W
  • Instagram B&W
  • LinkedIn Social Icon
  • Twitter B&W
 post recientes: 
 BUSCAR POR ETIQUETAS: 
No hay tags aún.
bottom of page